Embutida en un vestido de noche que se quita y deja ver un precioso corset y su lencería negra, mismo color para sus stilettos y sus guantes de látex se prepara para atar las pelotas de su sumiso. Comienza rodeando las mismas con el cordel de yute, para tras tremendo apretón hacer un primer cruce. A este le siguen varias vueltas y un segundo cruce para repetir proceso en el ya erecto miembro.
En ese momento, en el umbral de la puerta aparece un segundo sumiso. Este más joven.
– Perdón, mi Ama. Dice inmóvil.
-Desnúdate perra, le ordena su Domina…
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