Desnuda frente al espejo del cuarto de baño. Estaba nerviosa, pero a la vez emocionada, era la primera vez que iba a ser sumisa de otra chica. Se miró una vez más y entró en la ducha. Poco a poco subía la temperatura del agua con el chorro a máxima presión en su entrepierna. Sólo esa idea hacia querer al máximo masturbarse, pero no era plan. Llevaba dos días conteniéndose, excitada las 48 horas. Bajando de golpe la temperatura del agua, siguió aclarándose el cuerpo.
Tras coger una toalla de flores y secarse, nuevamente desnuda frente al espejo, perfumea todo su cuerpo. Sin bragas como tiene ordenado, se pone el vestido negro de tirantes dejando la mitad de los muslos a la vista. Labios pintados de negro y pelo recogido en una cola. Una última mirada al espejo y es momento de salir…
Para leerlo completo, suscríbete en hello@lustjuria.com