«Si, mi Amo» así, tajante corrige mi respuesta.
Ahí estaba yo, para mí primera sesión online, desnuda totalmente en posición sumisa, de rodillas y brazos atrás. Ese mensaje hizo ponerme realmente tensa. Parecía raro q apenas minutos antes estuviéramos chateando entre risas.
«Si, mi Amo. Estoy lista» le escribí. Pasaron unos segundos que se me hicieron eternos hasta que recibí la siguiente orden. Procedí a ponerme las pinzas en los pezones. Al poquito ya me ardían. Entonces recibí la orden de quitar y ponérmelas varias veces seguidas. Sensación maravillosa entre dolor y placer. Ya con ellas nuevamente fijas lamí y me introduje el…
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